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20 de agosto 2018

Viajar solo y slow travel, la mejor combinación para recorrer la Patagonia chilena


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Disfrutar de un destino a paso lento es una tendencia que cada año gana más seguidores. ¿Qué mejor que aprovechar una travesía en solitario para probar este estilo de viaje?

Escapa de los itinerarios apretados, de los lugares extremadamente turísticos y realmente vive una experiencia local sin apuros.

La Patagonia chilena es uno de esos lugares donde agradecerás tener tiempo y calma para contemplar la naturaleza, conocer la cultura y disfrutar de sus sabores. ¿Por qué no darte todo el tiempo del mundo para admirar bellezas naturales como el Glaciar Grey o los atardeceres en Torres del Paine?

Justamente, esto es lo que promueve el slow travel.

Además, si viajas solo, ésta puede ser una excelente combinación. Así, tendrás la oportunidad de escapar de los lugares excesivamente concurridos, conocer a los locales, vivir experiencias únicas, y hacerlo a tu ritmo, sin apuros ni exigencias.

Por eso, si pretendes viajar lento, te recomendamos que cambies el chip y olvides los checklists e itinerarios. En cambio, entrégate a la calma e inesperadas vivencias.

El slow travel es solo una arista del slow living, que nació en Roma en los años ochenta a raíz del descontento por la  llegada de un conocido restaurant de comida rápida que hoy está en casi cada rincón del mundo. A pesar de que surgió como una oposición gastronómica, el movimiento comenzó a expandirse a otras áreas de la vida y también se apoderó de los viajes.

El popular blog español Traveler.es lo describe como la forma de mimetizarse con el destino o la contraposición del turismo de masas, los paquetes vacacionales o las escapadas exprés. 

A su vez, el sitio canadiense Solo Traveler World describe al slow solo travel como una forma de conectarse con uno mismo y el mundo; “solamente observando la planificación y el diseño, el ritmo de las personas, el uso del espacio verde, los sonidos, la cocina, la arquitectura y el arte callejero, se puede tener una idea de ciudad”.

El mismo blog destaca el libro “Alone Time: Four Seasons, Four Cities, and the Pleasures of Solitude” de Stephanie Rosenbloom y la reflexión que éste hace sobre el placer de planificar, pero a la vez estar abierto a los cambios. A esto se refiere, con la mezcla de planificación e investigación con saber acoger los cambios de planes y dar vueltas inesperadas en el itinerario. Justamente, esto será mucho más fácil si viajas sin apuro y no tienes que consensuar nada con nadie.

 

Conclusión

¿Ahora entiendes por qué el slow travel y viajar solo es una excelente combinación? Y si agregamos un tercer elemento, la Patagonia chilena, el panorama es simplemente perfecto.

También viajar solo no implica estar solo todo el tiempo. De hecho, existen múltiples opciones para conocer gente durante tu travesía. Sin embargo, si te alejas de los lugares turísticos y los itinerarios ajustados, lo más probable es que conozcas a los locales y viajeros que van a un ritmo similar al tuyo.

Si lo que buscas es evitar volver de tu viaje más cansado de lo que te fuiste, aprovecha de probar esta nueva experiencia en el sur de Chile. “Pierde” las tardes disfrutando de un asado de cordero patagónico o planea una ruta que te permita conocer las tradiciones. En un viaje solo, tú eres el que manda y más, si no tiene apuros.

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