En un viaje, los lugareños siempre serán la mejor fuente de datos y en la Patagonia esto no es la excepción.
Los turistas suelen moverse en torno a los principales atractivos turísticos y, muchas veces, pasan por alto lugares muy interesantes y desconocidos.
Si te gusta conocer el lado B de los destinos que visitas y no quieres hacer lo que todos los turistas hacen, acá te dejamos algunos de los secretos mejores guardados de la Patagonia.
1- Monte Verde
Este es un lugar que probablemente no encontrarás en las guías turísticas porque aún no cuenta con suficiente infraestructura para recibir visitantes. Es más, su descubridor asegura que muy poca gente sabe de este sitio después de 40 años.
Monte Verde se encuentra aproximadamente a 30 kilómetros al sudoeste de Puerto Montt. Se dice que es el sitio arqueológico más antiguo de América, ya que aquí se encontraron objetos a los que se le estima más de 14 mil años de antigüedad.
El descubrimiento lo hizo el arqueólogo y antropólogo estadounidense Tom Dillehay junto a un grupo de científicos chilenos de la Universidad Austral en 1977.
En el lugar encontraron objetos de caza, elementos arquitectónicos, huesos de animales, fogones y hasta una pisada humana.
Sin embargo, este hallazgo ha despertado gran polémica debido a que diversos investigadores han cuestionado su validez. Lo controversial de este descubrimiento es que tiraría por la borda la teoría sobre el poblamiento de América.
Antes de que esto pasara existía un consenso en la comunidad científica sobre los primeros pobladores del continente. Los clovis eran habitantes de Nuevo México (Estados Unidos), cuyos orígenes se remontan a 11.200 años atrás.
El lugar es administrado por un particular y para visitas es mejor coordinar previamente.
2- Laguna Sofía
¿Dónde veranean los natalinos? Probablemente quienes viven en Puerto Natales no quieren que los turistas se enteren donde van a buscar un poco de calma en temporada alta.
Laguna Sofía está 30 kilómetros al norte de la ciudad, entre la sierra Señoret y Cerro Benítez. Aquí suelen ir a practicar deportes acuáticos, pescar o sumergirse en las frías aguas turquesa de la laguna. Y cuando llega el invierno, se escapan a esta zona a hacer trekking por el cerro para tener las mejores vistas del lugar y de los cóndores que habitan ahí.
3- Curanto en hoyo
Uno de los platos clásicos de Chiloé es el curanto en hoyo. Se trata de una preparación curiosa: los encargados hacen un hoyo en la tierra y utilizan piedras calientes para cocinar los alimentos al vapor. Entre ellos, mariscos, carnes, vegetales y derivados de la papa como el milcao y el chapalele.
La técnica toma bastante tiempo. De hecho, es casi un ritual. Y como no es una preparación fácil -que debe hacerse al aire libre-, solo hay ciertos lugares donde ofrecen este plato. Es más, para hacerlo se necesita un grupo de alrededor de 5 personas. Por eso, en la mayoría de los restaurantes suelen cocinarlo en olla, una técnica mucho más simple.
Pero para un exquisito curanto, hay lugares como las cocinerías de Dalcahue (25 kilómetros al norte de Castro). Se trata de una construcción con forma de barco que está suspendida sobre el mar. En su interior aloja a 20 puestos de gastronomía que ofrecen platos abundantes.
Muy cerca está la feria artesanal donde se pueden conseguir miniaturas de las casas con tejuelas o miniaturas de las iglesias patrimoniales.
4- Centro de Arte Molino Machmar
En Puerto Varas existen pocos lugares que se dediquen a difundir la cultura local. El Centro de Arte Molino Machmar (CAMM), además de ser uno de los pocos espacios para el arte, también destaca por su arquitectura. Se trata de un antiguo molino que fue restaurado para alojar a este centro cultural.
Aquí se presentan músicos locales, exposiciones de artistas de la zona, todo tipo de talleres y también cuenta con la única sala de cine de la ciudad, donde se exhiben películas y documentales.
5-Petroglifos
En la ruta que une Puerto Guadal y Chile Chico existe un lugar donde hay impresionantes petroglifos. Como el lugar no forma parte de ningún tour ni está señalizado, deberás recurrir a la ayuda de algún lugareño para localizarlo.
Están ubicados a escasos 10 metros del camino, en una cueva que supuestamente albergaba a los habitantes de antaño.
El camino se caracteriza por sus pronunciadas curvas y acantilados, pero también ofrece hermosas vistas del Lago General Carrera.
Conclusión
Si no eres de los que se conforma con las clásicas alternativas que ofrecen las agencias de viaje, estos son algunos de los secretos mejor guardados de la Patagonia. En cada destino que estés, encárgate de conversar con los locales y preguntarles los mejores datos.
Todas las ciudades de la Patagonia reservan secretos para sus habitantes. Probablemente tú puedes ser uno de los pocos turistas en descubrirlos. Y si quieres conocer excursiones para vivir la Patagonia como un local, revista este blog.
