Viajar por la Patagonia chilena es fascinante. Más aún si lo haces bordo de un ferry que atraviesa algunos de los rincones más prístinos de la zona.
En el siguiente blog te contamos sobre la experiencia de Raquel, viajera española de 43 años que decidió descubrir este austral destino a través de la ruta de fiordos patagónicos que ofrece Navimag.
Navegar a través de los fiordos patagónicos en un ferry de Navimag es toda una aventura. A bordo, descubres vistas y tesoros naturales que no suelen aparecer en las guías de viaje.
Justamente eso fue lo que más disfrutó Raquel, que viajó junto a sus dos hijos y marido en el tramo en ferry entre Puerto Montt y Puerto Natales de 4 días y 3 noches.
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Ellos optaron por este tipo de transporte porque les permitía ver paisajes increíbles y aprovechar mejor el tiempo. Lo que más les llamaba la atención era el hecho de ir a lugares no tan populares y estuvieran prácticamente aislados; resultó que durante toda la ruta, el punto donde vieron más personas fue en el pequeño poblado de Puerto Edén.
Esta familia española supo de la existencia de Navimag por una guía turística. Luego, organizó su itinerario por internet. Como era un viaje con niños y el tiempo era limitado - tres semanas y media- había que planificar muy bien la ruta.
“Con ese tiempo en mente decidimos dónde íbamos a ir para ver lo máximo, sin ser demasiado agotador. En ese sentido, después de haber hecho backpacking por varios días, el ferry es una manera de descansar. Además es una alternativa al avión, desde donde no puedes ver todos esos paisajes”, comenta Raquel.
Estilo de viaje
Aunque les gusta mucho mochilear, Raquel y su esposo viajaron por primera vez a bordo de un ferry con los niños. Por lo general, prefieren lugares versátiles donde hacer caminatas, dormir en carpa y ver paisajes naturales, pero también alternar con visitas ciudades.
Cuando buscan alojamiento, siguen la misma línea; suelen dormir en carpa, pero también se quedan en bed & breakfast, Airbnb, hostales, etc. Fue así como en Puerto Natales optaron por un bed & breakfast por unos días, para luego hacer senderismo por tres días alojando en carpa.
Para Raquel, esta ruta por la Patagonia chilena la involucró con el ambiente que la rodeaba y se desconectó del resto. "Le sirve mucho a gente que tiene rutinas extenuantes. Arriba del ferry es una sensación de pausa. El hecho de frenar, descansar y llenarte de las vistas o de la energía que te puede dar ese lugar es maravilloso. Aunque no hay contacto directo con la naturaleza - porque no llegas a bajar y hacer trekking- el hecho de estar completamente aislado es un descanso", dice.
También agradece que fuera posible desconectarse del mundo a bordo del ferry. "Arriba no tienes internet, teléfono, nada. Ahora con la tecnología, estás todo el tiempo viendo dónde estás o buscando qué animal es el que viste. A mí me encanta el hecho de estar desconectada", añade.
Vida salvaje a la vista
Raquel y su familia llegaron con una lista de deseos para visitar y ver, pero el atractivo que más les emocionaba era observar fauna patagónica.
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Tanto por ella como por los niños, el objetivo del viaje fue ver pingüinos y ballenas. Las aguas patagónicas son un excelente lugar para avistar a este tipo de animales, sobre todo después del más reciente descubrimiento de una nueva especie de orca, según informa la BBC. De hecho, navegar en ferry permite acceder a algunas de las más fantásticas locaciones para tener las mejores imágenes de la Patagonia.
Conclusión
Nadie puede hablar mejor de la experiencia en un destino que quién la ha vivido. El testimonio de Raquel y su familia sobre las maravillas que conocieron a bordo del ferry de Navimag es solo una pequeña muestra de lo que significa adentrarse por los fiordos patagónicos en esta nave.
La ruta de los fiordos de Navimag ofreció a esta familia de viajeros vistas desconocidas por muchos, desconexión del mundo exterior y una calma absoluta que les ayudó a disfrutar al máximo la aventura.
